El juego de vivir.
Uno no sabe si juega bien, si tiene suerte, si definitivamente está apunto de perder la partida o si le ha dado al pause y se está tomando un pequeño descanso.
Crees no apostar todo lo que realmente deberías y a fin de cuentas, el que no arriesga no gana. ¿Entonces qué?
Condena: cobardía.
GAME OVER.